sábado, 16 de febrero de 2008

Thelma & Louise: sanas y salvas en Gosselies

Papá, máma: tranquilos, ya he llegado... aunque 200 km más lejos de lo que nos informó el señor de Google (que veo que no sólo me espía para meterme publicidad en el e-mail, sino que además me engaña). Es sólo un mal menor, un par de horillas más en la carretera.

Claro, más de 1500 km no los íbamos a hacer de tirón, que somos machotas, pero no tanto, así que decidimos parar en Poitiers. Después de preguntar y preguntar por un hotel con parking propio para que no nos asaltaran el coche abarrotado, encontramos uno que estaba bien de precio, así que ahí nos quedamos. María (compañera de fatigas durante los próximos meses) se empeñó en que parecía que Norman Bates iba a salir de la ducha de un momento a otro. La moqueta de flores rojas, las escaleras tenebrosas y el ascensor para una sola persona (nada claustrofóbico) no daban muy buena imagen, pero en algún sitio teníamos que dormir. Entre las paranoias de María y que la habitación no tenía baño y tuve que salir corriendo por el pasillo para dar la luz, las pesadillas me asaltaron. Habían contratado a unos profesores nuevos en la USJ que en realidad eran asesinos a sueldo y su función era librarse de los alumnos conflictivos y quejicas, así que no salía muy bien parada, pero en fin, los sueños, sueños son.

Atravesar París ha sido lo peor del viaje porque nos hemos desviado por la A6 en vez de por la A6b. Consejo a los ingenierios de caminos y obras públicas: nombres e indicaciones claras. Lo cierto es que no ha sido demasiado grave porque nos hemos dado cuenta rápido de que íbamos en dirección contraria (previa pregunta a los gasolineros); además, como no había atasco, hemos podido con todas las circunvalaciones parisinas y a lo que nos hemos dado cuenta estábamos en Bélgica.

Lo malo es que al llegar aquí nos hemos encontrado con que mi habitación no se queda libre hasta mañana, por lo que ahora estoy en un hotel que, al menos, tiene Internet y puedo estar comunicada. María lo tiene peor, hasta dentro de 15 su estudio no se desaloja, así que le toca estar este tiempo con su casero. El único lado positivo es que el ancianito entrañable vive en el mismo pueblo que yo, por lo que podremos compartir el coche estos días. Lo genial de Gosselies (donde me alojo), es que no hay nada, nada de nada... sin embargo sí que hay señoritas de compañía en escaparates cual barrio rojo de Amsterdam.

Luego hemos ido a visitar Charlerloi, una de las principales ciudades de Bélgica y hemos flipado un poco. Bueno no, hemos flipado bastante. Gris y cutre es el resumen perfecto, lleno de neón. Nos hemos empezado a deprimir un poco con este país, que es la capital de Europa, hemos reído por no llorar y nos hemos dirigido a Fleurus a ver si mejoraba la cosa.

Fleurus (pueblo donde está la Facultad de RRPP) es aún más triste. Con deciros que se han reído de nosotras cuando hemos preguntado por la Universidad es suficiente. Pequeño, sucio, industrial y bastante, bastante feo. Ni siquiera vale para dar paseos bucólicos... Al final hemos encontrado el edificio entre el colegio y el instituto, cerca del parque de bomberos por si lo quemamos en un arrebato.

Así que nada, desde luego ha sido una llegada triunfal, para disipar todas nuestras dudas acerca de la idoneidad de solicitar ahora la beca Erasmus. Esperemos que las cosas mejoren un poco el lunes cuando vayamos a clase, porque convalidarlo nos lo convalidaban todo ¿NO?

3 comentarios:

Erica Fustero dijo...

por algo será que no encontrabas fotos en google images de tu pueblacho... por algo será...
no sé, zaragoza también es súper fea y aquí estamos! y tranquila, que norman sólo ataca a señoritas que viajan solas y con montones de dinero :P

Superbaturra dijo...

Veo que la cosa ha empezado flojilla, si pudiera te cantaría una jota para que te sintieras como en casa, pero creo que por mucho que levante la voz no me oirás...
En fins, que te leeremos y te iremos mandando pequeñas dosis de amor...
Mucho ánimo, y recuerda, si tienes que dormir otra vez en ese hotel... ¡no dejes caer la pastilla de jabón! que en baños compartidos nunca se sabe (jajaja)

magnica dijo...

Las primeras impresiones nunca suelen ser acertadas, dejad que Charleroi os atrape con su particular encanto ( que seguro que lo tiene... todavía nos conoceis sus pubs :D )

Cuidate mucho!!!

muaks!