jueves, 12 de junio de 2008

Quedan 2 días

Hoy he hecho el último examen y a juzgar por cómo me ha ido, veo que nadie le ha puesto una vela a la Virgen del Pilar. No me ha ido excesivamente bien, pero espero que para sacar un cinquillo que me de, porque me han caído una cosa que no sabía cómo hacer al principio del ejercicio y ya me ha liado para lo demás. Pero bueno, como esta mujer tiene un sistema extraño de calificación de ir sumando puntos de lo que tienes bien y no contar lo que tienes mal (o algo así), un vez cambié el crédito con el débito al hacer el libro de cuentas y aprobré, así que espero que algo así vuelva a suceder.

He llegado a casa super pronto, pero entre que he comprado unas cosas en el centro comercial de al lado de mi casa, he comido y he naufragado un rato por Internet, me han dado las cuatro de la tarde y aún no me había echado la siesta. Así que nada, son las siete y cuarto y acabo de levantarme. La verdad es que estaba un poco pachuchilla y a pesar de haberme acostado anoche a las diez y haber dormido de tirón estaba muy cansada.

Al final no he ido a Lieja ni a a Bruselas porque se ha pasado el día entero diluviando. Para ir a hacer el examen he tenido que circular a 80 km/h porque todos los camiones que están de huelga en España deben estar aquí y provocaban una nube de agua bastante desagradable. Así que nada, a ver cómo amanece mañana y si hace bueno iré y si no iré por la tarde directamente a Bruselas que he quedado para cenar con Syed.

Ahora empezaré a recoger todas mis cosas. No creo que me lleve demasiado tiempo pero aún así hay que hacerlo, no sea que me olvide algo y ya ves tú qué gracia. Los apuntes creo que me los llevaré, que si suspendo algo igual me sirven para septiembre...

miércoles, 11 de junio de 2008

Quedan 3 días

Me siento como Mercedes Milá anunciando la vuelta de Gran Hermano, con la diferencia de que mi regreso es un hecho feliz (al menos para mí) y la vuelta de los freaks del momento a la tele es una desgracia nacional.

Acabo de volver del examen de Psicología. La verdad es que me ha ido bastante bien. Espero que el profesor sea de mi misma opinión. He tenido mucha suerte con las preguntas que me han tocado- tenías unos taquitos de papeles boca abajo y elegías del que querías examinarte-, no sé si es porque había estudiado o porque daba la remota casualidad de que ya me sabía esas cosas: definición de psicología y explicación a tu juicio, método de observación natural, behaviorismo y explicar la corriente que te había tocado hacer en el trabajo cuatrimestral, que en mi caso era la Teoría de la Gestalt, que la tenemos más que vista en la uni. Así que nada, espero que me vaya bien.

Mañana tengo Contabilidad, así que en que acabe de escribir este post me pondré a hacer ejercicios como una loca, porque ahí no voy a tener tanta suerte... ya sabéis que ha sido mi suplicio desde que llegué aquí y va a serlo hasta el último día. Si pasáis por el Pilar ponedme una velita para que la Virgen me mande inspiración divina.

Lo cierto es que no tengo mucho que contaros. Esta noche y la anterior mis vecinos me han dejado dormir, y eso que ayer me fui a la cama a las diez y media porque no me encontraba muy bien. A ver si siguen en esa línea los pocos días que me quedan y así consigo marcharme de este país sin cargos por asesinato.

Por cierto, aquellos que queriais las botellas de Absolut Vodka de mi casa... siento deciros que debían ser de alguien de la casa que ya se ha marchado, porque no hay rastro de ninguna de ellas. Los que quieran cualquier otra cosa, como toneladas de chocolate y/o cerveza (siempre y cuando me quepa en el coche), tenéis que decírmelo hoy porque mañana iré a Bruselas a comprar las cosas que me quiero llevar. Luego no acepto un: "¡Ala! yo quería que me trajeras chocolate con menta...".

Y como dije ayer ya no me importa que hoy haya vuelto a hacer frío, que mi cuarto esté lleno de maletas por el suelo de cosas que voy recogiendo (qué eufemismo), que no sepa por donde empezar a estudiar Contabilidad o que mi casero venga a buscarme de los pelos cuando se de cuenta de que no le he pagado el último mes y le he dejado las llaves encima de la mesa (no le pasaría eso si no fuera un maldito estafador). Ahora lo único que me importa es que me quedan tres días para marcharme.

martes, 10 de junio de 2008

Quedan 4 días

Cuatro días y dos exámenes. Hoy me he quitado el de Presse et publicité de encima y creo que me ha ido bastante bien, a pesar de haberme atascado bastante para explicar en el análisis del anuncio (el examen era oral) que se trataba de un coche familiar, ya que era una ranchera en vez de una berlina, con un gran maletero y asientos espaciosos. Vamos que si el examen hubiera sido en castellano me habría salido de diez, pero qué le vamos a hacer, para aprobar (un seis o un ocho, depende de cómo corrija), me da segurísimo.

En realidad esta información es superflua. He aquí lo que de verdad queréis saber. Llego al examen a las ocho y media de la mañana y veo a todo el mundo en traje y corbata, pienso para mi "¿serán hoy las fotos de la promoción?", pero no, resulta que a los exámenes orales en la HECE se va así, bien 'arreglao' para dar buena impresión al profesor. Cuando he visto a un chaval con traje, una camisa hawaina y gafas de sol casi me caigo al suelo de la impresión, parecía recién salido de Miami Vice. Por no hablar de unos cuantos que llevaban un traje que era del padre sí o sí y les quedaba como tirado de un quinto piso. Total que me planto yo en vaqueros y con mis super deportivas plateadas. "Es mi fin", me he dicho, ya que por mucho que llevara una camiseta de Pedro del Hierro yo no podía superar en estilo a mis compañeros de clase. Así que me dispongo a subir cagadita de miedo con mi 'look sport', y resulta que las españolas no estábamos en las listas. Esto me ha dejado un margen de dos horas para ir a casa y cambiarme... ¡un golpe de suerte! ¡en Bélgica! Parecía increíble... el problema básicamente está en que en el último viaje a Barcelona llené la maleta hasta los topes para ir llevándome cosas, y como resulta que en cuatro meses no me he puesto zapatos ni camisas monas más arregladas pues me lo llevé todo allí, que para una semana que me quedaba no los iba a necesitar. Total, que me he plantado ahí con un jersey de cuello alto sin magas, unos pitillos y las botas de tacón ¿Ya os he dicho el buen tiempo que está haciendo en Bélgica? ¿Que a las ocho de la mañana había 20 grados? Casi me muero de calor, como he echado de menos mi abanico.

Mañana tengo otro examen oral de Psicología, así que me tocará volver a cocerme aunque me ponga cualquier otra cosa. Pero da igual. Todo da igual. Ya ni me importa si apruebo o no, si hace calor o diluvia, si la cocina de mi casa parece una distribuidora de cerveza por la cantidad de botellines acumulados que hay o si el paro de los transportistas llega al norte. Ahora lo único que me importa es que me quedan cuatro días para marcharme. Creo que en esta semana terminaré todas las entradas del blog con esta frase.

lunes, 9 de junio de 2008

Quedan 5 días

Hoy comienza mi particular cuenta atrás: tic tac, tic tac. Estoy contando los segundos para decirle a Bélgica "au revoire" por mucho, mucho tiempo. Puede que alguna vez vuelva a Brujas de turismo, o incluso que tenga que ir a una reunión a Bruselas cuando esté hecha toda una business woman. Pero de momento ahora sólo me importa olvidar Charleroi e irme a casa.

Qué mona está ya, con las paredes pintadas casi del todo y el suelo puesto por fin. Ya no hay tablones de madera en la entrada, ni aislante, ni rodapiés ¡¡somos libres!! me siento realmente afortuanda. Estos días allí hemos avanzado mucho en la reconstrucción de la casa (incluido limpiar la terraza de las cacotas de las palomas, creo que en vez de geranios voy a poner cactus para que no vengan a molestar). Hemos tenido que tirar cable por ahí para poner más lámparas porque no, en nuestra casa no había ni interruptores. Pero al fin hemos visto la luz.

Hoy me siento Flex. Es la primera vez que vuelvo a Bélgica y no me paso la tarde moqueando con el kleenex en mano, bueno sí, pero esta vez es por un resfriado y no por un disgusto. En cinco días habré vuelto a España y entonces toda esta pesadilla formará parte del pasado. Artur viene a salvarme y conducir juntos hasta la madre patria. Espero que la huelga de transportistas no sea tan chunga como dicen y en las gasolineras haya carburante para todos y pueda volver, que vaya gracia sería si nos quedamos atrapados en Francia.