domingo, 18 de mayo de 2008

Odio el billar

Son las doce y cuarto de la noche. Me hierve la sangre del cabreo y del dolor de cabeza y no puedo hacer nada excepto cometer un homicidio múltiple. Y eso es ilegal, además son muchos, podrían conmigo.

Mis vecinos están jugando otra vez al billar. Hay una gritona que hace de mi vida belga un calvario aún mayor. Se me clava su voz en la cabeza y me martillea durante unos segundos después de haberse callado. Tiene un tono agudo y desagradable, ha debido meter una bola, porque vuelvo a oírla alto y claro.

Además se les ha acabado el CD, que amortiguaba un poco el sonido de las bolas al chocar. Supongo que me pondré mi música, a ver si sirve de algo... los tapones de silicona ya ha quedado demostrado que no son suficiente.

Al menos no me han tirado la colada al suelo cuando se me ha acabado la lavadora. Debería sentirme afortunada por no tener que poner por segunda vez la ropa a lavar. Eso sí, la tengo toda extendida por mi cuarto porque si la pongo en el tendedero el peligro de que algún listo quite mi ropa para poner la suya se eleva de forma exponencial. Erica tiene razón, cuando me marche voy a dejar mi suavizante mezclado con lejía, para que se le estropee toda la colada al desgraciado que me lo manga. Y no me da ninguna pena.

Encima mañana es el único día de la semana que tengo que madrugar para ir a clase. Pienso echarme una siesta de dos horas cuando vuelva.

Lo que tengo claro es que no pienso fregar ni un solo plato hasta que me vuelva a ir el miércoles. No me he vuelto una cochina en estos meses. Es que no me da la gana, no sea que les ayude en algo, y entonces sí que me sentiría mal.

2 comentarios:

Erica Fustero dijo...

espero que al final no te limites a llevarte la bola 8, si no todas las demás, los palos y la botella de vodka peluda (la quiero! la quiero!).
hijoputismo al poder!

Superbaturra dijo...

Sarica, escucha mis consejos baturros.
Cómprate una sierra (que valen cuatro duros) y ¡siérrales los palos del billar!
Luego, con un bote de "superglú" de toa la vida, pegas las pelotillas al tapete del billar.
Pon papel transparente (del de congelar) en la tapa del vater (para que se les salga el pipi (jurjurjur)
Cambia el azucar y la sal de bote.

Y por último, cuando vayas a zgz o a bcn, compra en una gasolinera una cinta de "jotas guarras" y ponla a todo volumen en tu cuarto cuando no estés en casa. Y cierra la puerta de tu cuarto (si se puede)

Muah, muah, muah!!!

Ya se me irán ocurriendo más putadillas de esas que les irán quemando.