martes, 6 de mayo de 2008

Decálogo para viajeros

Anoche llegué de París, que he pasado allí el puente con Artur y he de decir que ha sido increíble. Aunque para ser del todo honestos hemos tenido unos cuantos fallos de "viajero novato", así que para que no os ocurra lo mismo aquí os dejo unos cuantos consejos:

1. No viajes en puente, cuatro millones de personas han pensado lo mismo
Este consejo sobre todo es aplicable cuando el puente en sí es internacional, como éste que acaba de terminar. Si además la ciudad elegida es una gran capital, turística hasta en diciembre como es el caso de París, la combinación puede ser terrible. Esta confluencia de factores ha provocado que estuviéramos más de una hora y media haciendo cola en la Torre Eiffel y que para colmo cuando era nuestro turno nos dijeran que no había entradas para la última planta, que teníamos que ir a la segunda y allí volver a hacer una cola para la tercera. Por supuesto además del incordio, era más caro. En Disneyland pudimos montarnos en cuatro atracciones -literalmente- porque había colas de 70-80 minutos en cada una, así que al final del día, cuando los niños estaban cansados y la gente empezaba a marcharse, conseguimos montar en alguna.

2. Compra entradas anticipadas
A veces son más baratas y siempre te evitan hacer largas colas... muchas veces puedes comprarlas por Internet o en agencias de viajes de tu ciudad de origen.

3. Lee las críticas del hotel por Internet antes de elegirlo
Esto puede parecer un poco absurdo pero os aseguro que es necesario. Sino acabarás con un cuarto inundado porque se ha roto la cañería a las dos de la mañana y teniendo que cambiar todas tus cosas de habitación. Y encima dando las gracias porque la recepcionista de por la noche estaba muy ofendida de que la hubiéramos molestado porque ya estaba cerrado. Así que ya sabéis, en caso de inundación llama a los bomberos, o una conserje con el pelo grasiento y con la faja rebosando os echará la bronca.

4. Pide siempre a los japoneses que te hagan una foto
No te fíes de esos occidentales que llevan cámaras enormes, en realidad sólo lo hacen porque tienen complejos y necesitan sentirse más machotes con esos pedazo de objetivos. Te cuadran fatal la fotografía y encima tratan de hacerse los entendidos cambiándote la configuración de la cámara. Alguno hasta nos ha puesto el zoom y sólo nos ha sacado la cara. Los japoneses son siempre la apuesta segura.

5. Busca antes de la salida como ir y volver del aeropuerto a las horas que tienes tu vuelo
Artur y yo nos cabreamos un montón cuando nos dijeron que sólo había transporte público para el aeropuerto de Orly a partir de las seis de la mañana, y el vuelo salía a las siete, así que era técnicamente imposible llegar a tiempo. Luego resultó que sí que había e hicimos bilis tontamente por el pastón que iba a costar el taxi hasta allí. Esto nos lleva al consejo número 5.

6. No te fíes de la gente de información
Muchas veces tienen menos idea que tú. Preguntamos en la estación cómo llegar al aeropuerto a esas horas y nos dijeron que era imposible, que no había transporte a esas horas. Como luego vimos era falso, ya que los padres de Artur lo buscaron por Internet desde España. Después de dar mil vueltas por la estación de Lyon -porque cada persona que preguntábamos nos mandaba a un sitio distinto-, conseguimos encontrar la parada. Luego resultó mucho más efectivo el conserje de día del hotel, que no explicó donde estaba la parada al lado del mismo. En el Lovre nos pasó lo mismo, ya que la azafata no fue capaz de indicarnos dónde estaba una de las esculturas más famosas del museo.

7. Lleva maletas ligeras
Este consejo es sobre todo para la gente como yo, que lleva mil cosas que acaba no usando ¿Cómo no iba a coger unos zapatos de salir? ¿Y si nos apetecía tomar algo en un sitio más decente? ERROR. Estarás cansado de estar todo el día pateándote la ciudad, no te apetecerá ir a tomar nada, y si te apetece vete a un sitio menos fashion que te dejan entrar de cualquier forma. Además, en muchas paradas de Metro no hay escaleras mecánicas o ascensor, así que si no tienes a un mozo recio que te lleve la maleta, ésta acaba prácticamente rodando por las escaleras, y tú detrás de ella.

8. Sé fiel al National Geographic
Por algún motivo son líderes. Sus guías son las mejor organizadas, con fotografías en color que siempre ayudan si estás justo delante del edificio pero no lo encuentras. Además, separan por barrios las visitas, con un pequeño mapa de cada zona para que te ubiques mejor. Tienen una introducción bastante amplia de la historia del país y sus costumbres, como si tienes o no que dejar propina en un restaurante si quieres volver al día siguiente sin que te escupan en la sopa. Las de Lonely Planet también son buenas, pero se hacen muy pesadas porque el papel es mucho más áspero y no tienen ni una mala ilustración. El punto medio son las Top 10, que te explican por zonas las diez visitas imprescindibles, los diez restaurantes mejores (con detalles de precio y estilo, pero hay de todo), los diez mejores sitios de compras, etc. Éstas últimas son las mejores para un guiri de tipo medio, los que no se ven hasta la última iglesia de la ciudad pero que más o menos quieren tener una idea global.

9. Llévate un secador
Si eres propenso a los costipados llévate un secador o asegúrate de que alguien del viaje lo lleva. De lo contrario al segundo día estarás moqueando y la visita resultará mucho menos placentera. Este consejo es especialmente útil fuera de la estación estival. El año pasado cuando fuimos a Amsterdam todos se rieron porque me lo llevé, y lo cierto es que no hubo ni uno solo que no me lo pidiera, y eso que no hacía mucho frío.

10. Carga el iPod y la DS antes de salir
También puede parecer un consejo obvio, sin embargo caí en ese error de principiante y tuve que acabar buscando un kiosko que vendiera prensa española para no morirme de asco en el viaje de vuelta. Lo de la DS es sencillo, porque siempre que te lleves el cargador puedes solucionar el problema, lo del iPod ya es más complicado, porque sigo resistiéndome a pagarle a Apple lo que cuesta un cargador normal y por tanto, si no tengo el ordenador, no tengo iPod.

2 comentarios:

Erica Fustero dijo...

se te olvida la última y más importante:
sal siempre de viaje con sara, que ella es muy apañada y siempre soluciona todo :P

Sara dijo...

Por supuesto, y te pasarán cosas divertidas y absurdas como que se te inunde la habitación del hotel, se te pinche una rueda y tengas que suplicar a tu vecino que te la cambie o que tengas que ir a media noche a buscar una escalera para cambiar una bombilla. Qué le vamos a hacer...